Tercios de Flandes: El Milagro de Empel
La Guerra de los 80 años
Si en España guardamos cierto rencor a Francia por intentar invadirnos y ocupar nuestro territorio durante seis años (lo que tardamos en echarles), es lógico entender cómo nos miran desde los Países Bajos, donde todavía hoy se le dice a los niños que «si no se portan bien vendrá el Duque de Alba», en vez del coco.
Poderoso Caballero es Don Dinero
Madre,
yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,Y
es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Don Francisco de Quevedo
La Canción del Pirata
viento en popa a toda vela,
no corta el mar sino vuela,
un velero bergantín.
por su bravura El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento,
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
Navega velero mío sin temor,
que ni enemigo navío ni tormenta,
ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas hemos hecho
a despecho del inglés
y han rendido sus pendones
cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerra ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa sea cualquiera,
ni bandera de esplendor,
que no sienta mi derecho
y dé pechos mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!» es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas yo divido
lo cogido por igual;
sólo quiero por riqueza
la belleza sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!, Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío.
Y si caigo, ¿qué es la vida?
Por perdida ya la di,
cuando el yugo del esclavo,
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno al son violento,
y del viento al rebramar,
yo me duermo sosegado,
arrullado por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Piet Hein
La Guerra de la Oreja de Jenkins y El Silencio de Inglaterra
«Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve»
La Guerra de la Oreja de Jenkins en realidad se llama la Guerra del Asiento, un conflicto bélico que duró de 1739 a 1748. Se llamó así porque la historiografía inglesa la denominó War of Jenkins’ Ear.
Paseaba el guardacostas español Juan León Fandiño por los mares de La Florida (posesión española en EEUU), cuando de repente se encuentra al Rebbeca (barco inglés) capitaneado por Robert Jenkins.
Tras abordarlo, Fandiño ordena a sus hombres a quitarle una oreja al británico, y al hacerlo le dice: «Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve«. Se van a casa enfadados y tras conocer la noticia en Inglaterra, su primer ministro Mr. Walpole, presionado por magnates de la City, declara la guerra a España, no sólo por esta anécdota sino para intentar acaparar nuevos mercados. (más…)
Tercios de Canarias
El actual Regimiento de Infantería Tenerife Nº 49, tiene sus orígenes en los mismísimos Tercios de Flandes.
En la primera mitad del siglos XVI, llegaron de la península 600 hombres bajo el mando del Capitán General de Canarias, D. Luis de Cuevas, para formar lo que en 1629 se llamó Tercio de Canarias, que tal y como les presento a continuación, luchó honorablemente en toda Europa, y mientras iban cayendo los originales peninsulares, el regimiento se fue componiendo de los nuevos canarios.
El Tercio de Canarias participó gloriosamente en:
«Guerra de Flandes» (1643): Batalla de Rocroy, donde queda prácticamente destruido.
«Defensa de la Isla de Tenerife» (1655): Rechaza los ataques del almirante inglés Drake y Capitán de Navío Stayner.
«Defensa de la Isla»(1705): Rechaza el ataque del Almirante inglés Genings.
«Defensa de la Isla»(1769): Rechaza el ataque del Almirante Windou en las playas de los Cristianos y la Orotava.
«Reconquista de Orán»(1732): Acción de la toma del Castillo de Mazalquivir y reconquista de Orán a los argelinos.
«Guerra del Rosellón»(1794-1795): Acciones de San Lorenzo de Muga. (más…)