Calígula e Incitatus
Es de sobra conocido lo que hizo Calígula con su apreciado caballo Incitato, o Incitatus, durante su reinado. Cansado de los Senadores, decidió mofarse de ellos nombrando cónsul a su caballo.
¿Otro ejemplo de su locura, o finísima crítica sarcástica al servilismo del Senado?
De la locura de Calígula no se puede discutir. Que fuera esquizofrenia, paranoia, megalomanía galopante, difícil es saberlo. Pero que como jugada política tiene mucho jugo, eso es indiscutible.
Ya desde Tiberio el Senado había perdido su rumbo, quizás desde antes, pero fue con Tiberio donde se dio a la luz la decadencia de la institución, puesto que no pusieron pegas a que fuera el mismo Augusto quien le nombrara sucesor. Unas décadas antes habían ajusticiado a otro, apuñalándolo lindamente todos juntitos, en el mismo Foro dónde se reunían. Ahora respondieron a la renuncia de Tiberio (sincera o no) dimitiendo todos en peso y devolviéndole el poder.