Una vez más, un rey muere sin heredero y se lía una batalla descomunal por el trono. El rey Eduardo el Confesor (Edward the Confessor) muere sin heredero y nombra como tal a Harold Godwinson, de 44 años. Sin embargo, Guillermo (William The Conqueror), duque de Normandía (Norte de Francia), aseguraba que en 1051, en una visita a Inglaterra, el rey le había nombrado heredero en caso de morir sin descendencia directa.
Antes de la Batalla de Hastings, Harold tuvo que hacer frente a otra invasión por parte del Rey Harald Hardrada de Noruega, que había desembarcado en el Noreste de Inglaterra. Godwinson persiguió a los noruegos y les ganó en Stamford Bridge, donde dieron muerte a Hardrada.
Una semana más tarde, Godwinson se entera de que Guillermo había desembarcado en Pevensey, en el Sudeste de Inglaterra. Así pues, Harold fue con sus hombre hacia Londres y llegó el 6 de octubre. Permaneció 5 días en la ciudad reclutando a mercenarios y luego se dirigió a la costa a tratar de expulsar a los invasores. No sabía muy bien a quién se estaba enfrentando ni cuántos hombres tenían.
Harold conocía muy bien el terreno y decidió montar campamento y base en Senlac, en la ruta Hastings-Londres, donde tenía cubiertos los flancos por barrancos escarpados. El río Asten también debía hacer su función, pues impediría u obstaculizaría el avance de los normandos.
Guillermo se vio sorprendido por la llegada temprana de Harold, pero ‘el conquistador’ no se achantó y reunió a sus hombres para comenzar su camino hacia el norte. Contaba con 6.000 hombres.
Se dice que la batalla comenzó a las 9 de la mañana con una batida de arqueros normandos disparando flechas sobre los anglosajones, que no contaban con muchos arqueros. Tras la batida de flechas, llegaron los hombres armados de Guillermo que se batieron contra los anglosajones, en una cruenta batalla cuerpo a cuerpo. Los bretones huyeron en retirada al poco de establecer contacto, y las milicias de William , desordenadas pero hambrientas, les persiguieron hasta la muerte. El pánico de los bretones se extendió por todo el ejército anglosajón.
El tapiz de Bayeuxes una obra que nos indica qué pasó en la batalla, se trata de una de las pocas fuentes que tenemos a día de hoy. Si creemos en esa fuente, en ella dice que Guillermo ordenó a sus arqueros a tirar otra lluvia de flechas, cosa que obligó a los anglosajones a levantar sus escudos, con lo cual quedaban expuestos a un feroz ataque frontal. Harold y sus hermanos Gyrth y Leofwine fueron abatidos y esto hizo que los ingleses salieran en desbandada.
La decisiva victoria en Hastings dio el trono de Inglaterra a Guillermo, William The Conqueror, coronado en Westminster en la Navidad del año 1066. La fusión de las cualidades militares de los anglosajones con la de los normandos, dio paso a una nueva estirpe de soldado que al cabo de unos siglos, forjaron una nueva raza de combatientes legendarios: La infantería inglesa del siglo XII en adelante.
La Batalla de Cannas se enmarca en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (Cartago vs Roma), acaecida en lo que es hoy España en el 218 a.C, es decir, dos años antes del encuentro en Cannas, Italia.
El ejército de Aníbal estaba compuesto por cartagineses, númidas, íberos y galos. Su intención era invadir Italia, nada más y nada menos. Y para ello, atravesó los Alpes en pleno invierno.
Antes de la batalla de Cannas, Aníbal ya había derrotado dos veces a los romanos en la península itálica, amenazando las reservas de cereales romanos. Así pues, Roma reunió al ejército más grande visto hasta la fecha, todo esto organizado por el Senado. Al mando de este ejército mandó a dos cónsules: Publio Emilio y Varrón, que se turnaban el mando cada día.
En Cannas, en el sudeste de Italia, los ejércitos se encontraron cara a cara bajo un sol de justicia. Los romanos contaban con muchos más hombres que los cartagineses y eso hizo que sus cónsules se confiaran, cosa que acabaron lamentando.
En Agosto del 216 a.C el ejército de Aníbal, formado por 40.000 infantes y 10.000 jinetes, se enfrentó a unos 80.000 hombres, el mayor ejército romano reunido jamás. Sin embargo, tras una cruenta batalla donde también participaron Asdrúbal y Maharbal, se calcula que el número de muertos estuvo entre 50 y 70 mil hombres. A todo esto, Aníbal no perdió ni 6 mil, con lo cual, infligió a los romanos una aplastante derrota y eliminó a buena parte de la clase dirigente de la República. Su táctica maestra se denominó doble flanqueo o envolvimiento, siendo una pieza fundamental en el estudio del arte de la guerra a partir de esta batalla.
Se dice que Publio Emilio advirtió a Varrón de no entablar combate al descubierto. Curiosidades del destino, a pesar de haberlo advertido, él pagó con su vida mientras que Varrón, probablemente el culpable del fracaso, acabó huyendo y salvando su vida.
Después de la batalla de Cannas, Aníbal no se fue de Italia, permaneció 13 años en la península itálica antes de volver a Cartago, donde fue llamado para repeler una invasión romana. Sin embargo, al final fue duramente derrotado por Escipión en la Batalla de Zama (202 a.C). A pesar de esta derrota, Aníbal no murió en dicha batalla y se fue a Asia Menor donde tuvo que repeler varios ataques de la Roma Imperial. Cuando ya no pudo más, en vez de dejarse morir, se envenenó. Tras su muerte, hasta ahora, muchos historiadores han afirmado que pocas batallas acabaron con semejante derrota.
El historiado alemán Mommsen escribió: «Nunca, quizá, un ejército de esas dimensiones fue aniquilado de forma tan inapelable sobre el campo de batalla, y nunca tampoco a cambio de tan pocas bajas en el bando contrario.»
Tras Cannas, hubo un antes y un despúes en Roma. Nada volvió a ser igual. Roma tuvo que tomar medidas drásticas para contrarrestar la amenaza cartaginesa. 50 años más tarde, en la Tercera Guerra Púnica, Roma finalmente destruyó Cartago y se convirtió en la dueña absoluta del Mediterráneo (149-146 a.C).
La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más importante en la historia de la humanidad. Según la Enciclopedia Británica, se registraron entre 35 y 60 millones de muertes. La misma ferocidad del conflicto, el uso de armas de destrucción masiva y el exterminio del ‘’enemigo étnico, ideológico o racial’’, convirtieron a este hecho en uno de los principales hitos de la historia mundial.
Aunque este conflicto fue severamente complejo, existen claves que nos ayudan a comprender mejor el contexto. A continuación, conoceremos algunos hechos que explican los seis años de la guerra:
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial y su influencia en la Segunda
La firma del Tratado de Paz de Versalles (1919) trajo como consecuencia el reajuste territorial a los imperios centrales y el turco, lo cual propició el desarrollo de movimientos nacionalistas irredentos. Las cuantiosas reparaciones económicas impuestas a Alemania empeoraron la crisis de 1929 y la democracia se vio debilitada. De esta forma, los partidos nazi y comunistas ascendieron.
Nombramiento de Hitler como canciller en 1933
El 30 de enero de 1933, tras unas elecciones democráticas, Adolf Hitler fue nombrado canciller. El 27 de febrero se produjo el incendio de Reichstag, Parlamento durante la República de Weimar. Los nazis culparon a los comunistas con el objetivo de que tanto Hitler como su partido tuvieran poderes especiales.
Tras la muerte del presidente Hindenburg en 1934, Hitler se autonombró jefe de Estado y dio por finalizado el Tratado de Versalles. Así, intentó reunificar todos los territorios étnica y lingüísticamente alemanes.
Invasión de Polonia, el inicio.
Alemania invade a Polonia el 1 de setiembre de 1993, así comienza la Segunda Guerra Mundial. El objetivo fue recuperar la Ciudad libre de Danzig, actual Gdansk, que gracias al Tratado de Versalles se convirtió en protectorado polaco.
Alemania y Rusia establecieron el pacto germano-soviético de no agresión de 23 de agosto de 1939. Gracias a ello, Alemania atacó a Polonia por el Oeste y Rusia lo hizo por el este, recuperando parte del imperio zarista perdido en 1918.
La lucha contra el bolchevismo.
El 22 de junio de 1941 inició la invasión de Rusia, la encabezaron Alemania y sus aliados: Italia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Finlandia.
Alemania planeó una guerra corta, el objetivo era capitular a Rusia antes de la llegada del invierno. Sin embargo, tuvieron que ayudar a los italianos en Grecia, lo cual retrasó los planes de Hitler. En 1941 las tropas de Hitler llegaron a Moscú, mal equipadas y con problemas logísticos se vieron obligadas a retirarse.
La URSS fue determinante para la derrota alemana, ya que su frente significó una guerra de desgaste que Alemania no pudo sobrellevar debido a sus escasos medios humano y materiales.
Estos son cuatro claves básicas para comprender el conflicto, sin embargo, existe una gran variedad de productos literarios que abordan este tema desde diferentes perspectivas. Libros que narran los hechos cronológicamente, otros que se centran en las consecuencias y el final de la guerra, o por el contrario, en sus posibles causas. Los libros autobiográficos o biografías de partícipes también son una excelente forma de conocer con mayor profundidad lo que ocurrió.
Alejandro González, portavoz de Reviewbox, destaca el libro Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial, escrita por Jesús Hernández. Afirma que este producto literario utiliza una narrativa con criterios geográficos y cronológicos que permiten al lector realizar un análisis general del contexto bélico. Además, cuenta con anexos que complementan una investigación impecable con lenguaje accesible.
¿Nunca os habéis preguntado por qué Japón se alió con Hitler y Mussolini en la Segunda Guerra Mundial? Pues empecemos por el principio…
A principios del siglo XIX y antes de 1858, Japón se encontraba gobernada por el shogunato Tokugawa, una dictadura militar en la que el Shogun era el general en jefe de todas las fuerzas armadas, y por encima de él, sólo estaba el Emperador de Japón.
El Clan Tokugawa llevaba gobernando Japón desde 1603 y desde entonces hasta mediados del siglo XIX ya habían gobernado 15 Shogun distintos. El Clan Tokugawa, de un marcado carácter aislacionista, sólo se entiende si sabemos que antes de ellos hubo una especie de guerra civil que duró casi cien años, lo que se conoce como el Período Sengoku. Tras esta guerra civil, Japón quedó destruida y los Tokugawa pensaron que lo mejor que podían hacer era reconstruir el país mediante un aislacionismo conocido como Sakoku, donde se prohibía la salida del país a cualquier japonés y se restringía el comercio individual con el extranjero.
Sabiendo esto a modo de introducción, ¿adivináis a qué país le incomodaría este encerramiento del Japón? ¿Qué países o Imperios no podían tolerar el hecho de no poder comerciar con un territorio tan sumamente prometedor como Japón? Efectivamente amigos, EEUU y Gran Bretaña.
El 8 de Julio de 1853, fecha importantísima que mencionamos en el primer párrafo, los japoneses se levantan de madrugada para trabajar como todos los días y antes de poder desearle los buenos días al vecino se encuentran conque 4 buques estadounidenses liderados por el Comodoro Perry se habían asentado en la bahía de Edo (actual Tokio).
Ante la amenaza de guerra, el shogún se vio forzado a firmar acuerdos desiguales con EEUU y Reino Unido, garantizando a estos la extraterritorialidad de varios puertos, quedando estos al margen de las leyes niponas y la autoridad del shogún. Como es de esperar, Japón es humillada y los habitantes comienzan a indignarse con el shogún y obviamente con las potencias extranjeras. Pronto iba a cambiar todo…
Comienza así la Guerra Boshin, entre partidarios y detractores del shogún (1868-69). Ganan los detractores y se refuerza así la figura del Emperador, con un claro enfoque xenófobo y revanchista. De hecho, comienza en Japón también su propia revolución industrial. El Imperialismo japonés se estaba forjando a toda prisa y los primeros afectados fueron Corea y China, que sufrieron la rabia japonesa antes que nadie. El Imperialismo era ya una necesidad en Japón ya que habían entendido que las naciones más fuertes subyugaban a las más débiles.
Ahora fue Japón quien amenazó a Corea a abrir sus puertos para el comercio, de mala gana. Pero China también estaba en el ajo, y no podía permitir que Japón se hiciera con el control de Corea, por lo tanto, comenzó la Primera Guerra Sino-Japonesa. La Paz de Shimonoseki en 1897 se tradujo en una auténtica derrota para China saliendo Japón reforzada. China además pierde Formosa (Taiwán) y la península de Liaotung.
Así nace una nueva potencia. Una potencia que ya no le tenía miedo ni a Rusia, y en 1904 estalla la guerra ruso-japonesa, donde los buques japoneses derrotan a los rusos en el Báltico. Japón gana así otra guerra y además consigue una paz con Reino Unido para así convertirse en la primera potencia de Asia.
Durante la I Guerra Mundial (1914-18) Japón se mantuvo al margen pero se alió con la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia). Así, Japón aprovechó para conquistar el territorio chino de Shandong y de posesiones alemanas en el Pacífico Sur. Además, se convirtió en uno de los cuatro miembros permanentes del Consejo de Naciones, nada más y nada menos…
En el período de entreguerras, obviamente Corea y China intentaron por todos los medios librarse del dominio japonés. Por otro lado, a la misma vez que Japón se democratizaba, también creció la extrema derecha en el país, reacia a los nuevos pactos con Occidente, especialmente con EEUU, Francia y Gran Bretaña. La crisis económica de 1929 no hizo más que darle más la razón, verídica o no, a los extremistas, que culpaban de todo a su régimen y en 1926 Hirohito se convirtió en Emperador de Japón.
Entre los años 20 y 30 del siglo XX se crea en Japón una facción política dentro del Ejército Imperial Japonés llamada Kodoha. Pretendían promover ideales totalitarios, militaristas y expansionistas. Apoyaban a su vez la guerra contra la Unión Soviética. A su vez este grupo político originó la creación de su propia oposición, los llamados Toseiha. A pesar de que coincidían en ideales como el de la defensa nacional y la reforma política, los Kodoha querían un ataque preventivo contra la Unión Soviética orquestado desde Manchuria (China) oponiéndose a más conquistas en territorio chino, mientras que los Toseiha preferían una expansión cautelosa y defensiva. Estos grupos políticos se enfrentaron entre sí por el dominio del ejército y finalmente salió vencedor el Kodoha. Estos últimos también protagonizaron un intento de golpe de Estado, el conocido como Incidente del 26 de febrero de 1936, cuyo objetivo era tomar el control del estado para llevar a cabo su estrategia de reforzamiento de Manchuria y finalización de expansión por China. Pero no lo consiguieron, y esta misma expansión por China fue la causante de la segunda guerra sino-japonesa y la antesala de la II Guerra mundial en Asia.
Para 1935, Japón ya tenía el control de Corea, Manchuria, Taiwán, varias islas del Pacífico y los territorios chinos que consiguió en Versalles tras la I guerra mundial. Tal y como explicamos antes, en 1937 estalla la segunda guerra sino-japonesa en la que tras sufrir decenas de miles de muertes, Japón termina siendo nuevamente victoriosa contra China. Un año antes, en 1936, con unas relaciones deterioradas con los EEUU, Japón firma con Hitler el Pacto Antikomintern. Consecuentemente, EEUU da por finalizado el pacto comercial bilateral con Japón, y este último país aprovecha la debilidad de Francia para hacerse todavía más fuerte en el sudeste asiático conquistando la Indochina francesa.
Para más inri, EEUU respondió embargando las exportaciones de petróleo e intentó obligar a Japón a abandonar China, pero Japón, era un país muy distinto al de décadas anteriores e hizo oídos sordos. La guerra era ya inevitable y en 1941 (7 de diciembre), Japón bombardea Pearl Harbour para acabar con buena parte de la flota estadounidense, así entrando plenamente en guerra contra los aliados en la II Guerra Mundial. Así pues un puñado de militares fanáticos de extrema derecha o fascistas totalitarios, como guste, inició una guerra que acabaría en desastre total y en una total ruina económica para Japón. En agosto de 1945, el presidente de los EEUU, Harry Truman, ordenó dos ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki y el resto, señores, ya lo conocemos.
Fuentes:
1.- Nº 103 de la Revista Muy Historia.
2.- Historia Oxford del Siglo XX. Michael Howard y W.Roger Louis. Editorial Planeta.
Batalla de Mactán – Muerte de Magallanes en Filipinas
Hoy me he decidido a hablar sobre la Batalla de Mactán (27 Abril-1521, Filipinas) y no precisamente porque haya sido una de dimensiones gigantescas sino porque su importancia radica en que en ella murió uno de los mejores navegantes de la historia: Fernão de Magalhães (Magallanes).
Además, he podido comprobar que las versiones acerca de la muerte exacta de Magallanes se contradicen. Como explicaremos más tarde, las versiones de los Filipinos por un lado y de Antonio Pigafetta por otro, no coinciden. Pigafetta era un explorador, geógrafo y cronista veneciano que estuvo en todo el viaje y que llegó vivo. Al regresar terminó sus escritos sobre todo el viaje de Magallanes y la posterior vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano. Pasemos a ver los detalles. (más…)
En este artículo trataremos las Causas de la Primera Guerra Mundial (1914-18) en exclusiva. No nos meteremos en el desarrollo de la guerra pues creemos que lo importante en este caso es entender por qué ocurrió semejante barbarie a principios del siglo XX, una barbarie que 21 años más tarde volvería a repetirse durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Antes de comenzar a analizar las causas, ¿quiénes se enfrentaron en la I Guerra Mundial? Si te parece antes de nada, mira el vídeo porque es un muy buen documental. El primer capítulo trata sobre las causas. Luego, lee este artículo y entenderás perfectamente las causas de la I Guerra Mundial.
La entrega de la bandera del Numancia al Batallón Sin Nombre – Guerra de Independencia Venezuela
A continuación verá un listado que enumera todas las batallas, grandes y pequeñas, que se engloban dentro del proceso de Independencia de Hispanoamérica. La Lista se ha completado recientemente con todas las batallas de Nueva Granada gracias al estupendo aporte en los comentarios de Luiz Gómez.
¿Qué batallas luchó el Imperio Español contra los insurgentes (independentistas mexicanos, chilenos, peruanos, grancolombianos, venezolanos, ecuatorianos, altoperuanos, etc) en todo el proceso de Independencia de Hispanoamérica? La lista se va mejorando según vaya encontrando batallas importantes. Si falta alguna, dígamelo en un comentario.(más…)
La Batalla de Carabobo, acaecida en 1821, enfrentó a la Gran Colombia contra el Reino de España, y resultó crucial para la conquista de la ciudad de Caracas, que aún permanecía bajo control realista, y que siguió ‘ocupada’ hasta 1823, con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. (más…)
Hernán Cortés (1485/1547) partió en 1504 a la Isla de La Española (República Dominicana-Haití). Estuvo siete años ahí como plantador y funcionario colonial, antes de que partiera con Diego de Velázquez hacia la conquista de Cuba. Llegó, conquistó y al cabo de un tiempo le asignaron Alcalde de Santiago de Cuba.
Tras 7 años en Cuba en los que llegó incluso a estar preso por conspiración hacia el gobernador Velázquez, se las arregló para estar al mando de la Tercera Expedición, después de las de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, para descubrir la costa de Yucatán, que comprende los países actuales de México, Belice y Guatemala.