Batallas

Home/Batallas

La Batalla de Otumba

Tras La Noche Triste del 30 de junio de 1520 en la que Hernán Cortés perdió más de la mitad de sus hombres teniendo que huir de la ciudad de Tenochtitlán de camino hacia territorio tlaxcalteca (aliados), 14 días más tarde (El 14 de julio de 1520) fueron rodeados por un gran contingente de guerreros mexicas, tepanecas, xochimilcos y otros poblados mesoamericanos en los llanos de Otompan (Otumba).

(más…)

La Noche Triste

Pedro de Alvarado

Conquistador y Adelantado Pedro de Alvarado

Antes dela Batalla de Otumba y la Conquista de Tenochtitlán, el 30 de junio de 1520 ocurrió lo que se llamó la Noche Triste, no sólo por la cantidad de gente que murió y que iba a morir a partir de entonces sino porque, según los escritos de Bernal Díaz del Castillo, López de Gómara y Francisco de Aguilar, Cortés no pudo resistir la tentación de echarse a llorar a cántaros tras el fatídico episodio, ante lo que significaba la pérdida de decenas de amigos, veintenas de conocidos y 600 cristianos (más de la mitad de la hueste de Cortés), por no contar con el fallecimiento de más de 800 tlaxcaltecas aliados. Todas estas cifras pertenecen al mismo día lluvioso de 1520, en el que los españoles decidieron escapar de la capital del Imperio Azteca para llegar al territorio aliado de Tlaxcala, ante los rumores de que los aztecas estaban preparando un asalto al cuartel español durante una celebración nocturna. (más…)

La Batalla de Agincourt 1415

En el momento en que Enrique V (Henry V) fue proclamado Rey de Inglaterra, el país ya había perdido gran parte de los territorios que ocupaba en Francia, pero éste se propuso recuperarlos todos. Los franceses habían invadido Normandía y despojado a Inglaterra de una de sus provincias más importantes. Tras varios batallas como las protagonizadas por Eduardo I, la Guerra de San Sardos, las reclamaciones sobre territorios franceses de Eduardo III y sobre todo la victoria de Felipe VI sobre Gascuña en 1337, dieron origen a la Guerra de los Cien Años, que en realidad fueron 116.

El 13 de agosto de 1415 Enrique V y su ejército sitiaron el puerto de Harfleur, que no se rindió hasta el 22 de septiembre, casi un mes más tarde. El asedio duró bastante más de lo esperado así que Enrique no se lo pensó dos veces en organizar a sus tropas y dirigirse hacia el puerto de Calais, su objetivo, donde ya estaban colocados los ingleses. Pero para ello había que atravesar gran parte del norte de Francia, cuyos habitantes no creo estuvieran muy contentos con la visita inglesa.

Su ejército estaba destrozado, enfermo y hambriento. Pero por suerte, Enrique V era astuto y militarmente capaz, a parte de que su ejército estaba bien disciplinado y sobrado de experiencia. Enrique, sabedor de que esperar al enemigo no traería más que desesperación y hambre, hizo todo lo que pudo para avanzar lo antes posible hasta Calais, y si se encontraban con los franceses, pues entonces no quedaría otra que luchar.

(más…)

By | 2010-02-03T19:39:32+00:00 febrero 3rd, 2010|Batallas, Historia General|8 Comments

Se armó la de San Quintín

Siempre me pregunto de dónde vienen frases como ésta, y no muchas veces encuentro una respuesta. Sin embargo, parece que para San Quintín tenemos información verídica, veamos:

En 1557 España tenía muchas tropas en Flandes, de entre ellas algunos soldados de los Tercios. Felipe II reinaba España y ante la noticia de que Enrique II había invadido el Reino de Nápoles bajo el mando del Duque de Guisa, ordenó invadir Francia, aunque las primeras batallas se libraran en territorio español en Italia, donde tenía muchas pertenencias, las cuales querían ser capturadas por los franceses desde Francisco I.

Tras varias batallas en Italia y Francia y con el ejército español de lleno en el país, el condestable Montmorency intentó entrar en la ciudad de Saint-Quentin, sitiada por los españoles. Su objetivo era ayudar lo antes posible a los sitiados, enviando parte de sus tropas en barca atravesando el río Somne, mientras dejaba el grueso de su ejército en el bosque de Montescourt. (más…)

By | 2010-01-26T05:00:00+00:00 enero 26th, 2010|Batallas, Historia General, Misterios|1 Comment

La Guerra de los 80 años

Si en España guardamos cierto rencor a Francia por intentar invadirnos y ocupar nuestro territorio durante seis años (lo que tardamos en echarles), es lógico entender cómo nos miran desde los Países Bajos, donde todavía hoy se le dice a los niños que «si no se portan bien vendrá el Duque de Alba», en vez del coco.

La Guerra de los Ochenta años, o Guerra de Flandes, enfrentó a las diecisiete provincias de los Países Bajos contra su soberano, el Rey de España. La rebelión comenzó en 1568 y acabó en 1648, cuando por fin se les reconoció como independientes.
El mantenimiento de La guerra de los Ochenta años, que duró tantos años como su nombre indica, acabó hundiendo a la economía española, provocando sucesivas bancarrotas y dinamitando la imagen de todos los españoles. (durante esta guerra nació la Leyenda Negra).
Pero hay otra forma de verlo. Una forma que tenga en cuenta la política de la época, la amenaza de guerra y la contextualización. ¿Alguien puede dudar de la importancia geoestratégica de Flandes para un imperio como el español, con la cantidad de enemigos que había creado? Significaba una amenaza constante para Inglaterra, otra para Francia;  colocaba a España a las puertas del Sacro Imperio Romano Germánico y era el pasillo también, para entrar en Alemania por el norte.
No obstante, allí nunca se quiso a España y debió haber rectificado antes de perder todos los hombres que perdió, sin ni siquiera mencionar el dinero. Pero parece que la culpa de todo la tenía la herencia de un gran rey, Carlos I, que heredó todos esos territorios por via paterna (Habsburgo), y que decidió cederlos a su hijo tras abdicar en él, dos años antes que la rebelión, en 1556. A Carlos I le respetaban, porque era un rey políglota y de gentes, pero no hicieron lo mismo con Felipe II, pues no hablaba su lengua y además se empeñó en convertirles al catolicismo, de manera intransigente, cuando estaba clarísimo que eran calvinistas, no querían a su soberano, no querían tener nada que ver con España y ni mucho menos con sus curas.
Pero de nuevo, si contextualizamos y nos ponemos en la piel de Felipe II, nos damos cuenta de que él y toda su gente, familia e incluso mascotas, estaban convencidos de que España debía ser el guardián del Catolicismo en Europa, por mucho que ahora esto nos parezca una necedad. Lo comprendamos o no esto era así.
Este periodo de tiempo aglutina más de 19 batallas, cada una de las cuales pudiendo ofrecer folios y folios de información, siendo de las más importantes el Asedio de Breda, la Batalla de Rocroi, Jemmingen, Haarlem, Ostende, Amberes y demás.
Sin duda especial mención merecen también personajes de la época como el tercer Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Guillermo de Orange, Ambrosio Spínola, Isabel I de Inglaterra y un sinfín de otros nombres a los que tendría que dedicar alguna pequeña biografía, por la cantidad de cosas que tienen que contar.
Esto ha sido sólo una pequeña reflexión de lo que allí aconteció, que tiene como objetivo persuadir a los realmente interesados a que sigan investigando, porque es una guerra, lastimosamente, apasionante.
By | 2017-03-06T01:30:34+00:00 marzo 16th, 2009|Batallas, Historia General|6 Comments

La Guerra de la Oreja de Jenkins y El Silencio de Inglaterra

«Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve»

La Guerra de la Oreja de Jenkins en realidad se llama la Guerra del Asiento, un conflicto bélico que duró de 1739 a 1748. Se llamó así porque la historiografía inglesa la denominó War of Jenkins’ Ear.

Paseaba el guardacostas español Juan León Fandiño por los mares de La Florida (posesión española en EEUU), cuando de repente se encuentra al Rebbeca (barco inglés) capitaneado por Robert Jenkins.

Tras abordarlo, Fandiño ordena a sus hombres a quitarle una oreja al británico, y al hacerlo le dice: «Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve«. Se van a casa enfadados y tras conocer la noticia en Inglaterra, su primer ministro Mr. Walpole, presionado por magnates de la City, declara la guerra a España, no sólo por esta anécdota sino para intentar acaparar nuevos mercados. (más…)

Una visión inglesa de Trafalgar

Tras leer «When it happened» del británico George Chamier, que explica brevemente todos los capítulos más importantes de la historia de las islas, de entre ellos Trafalgar, descubro un detalle fundamental para entender la estupidez de haber sacado las flotas (francesa y española) de la bahía de Cádiz cuando sabíamos que Nelson estaba ahí fuera, en 1805.
Resulta que Napoleón llevaba tiempo riéndose de Villeneuve porque le creía cobarde e incapaz de enfrentarse a Nelson en una batalla naval.
La ironía de la vida colocó a Villeneuve al mando de las flotas hispano-francesas de la bahía, y tras conocer la noticia de que Nelson les estaba esperando, se armó de valor y decidió salir de Cádiz para ir en su busca y así redimirse ante Napoleón.
A pesar de que las órdenes eran que debían permanecer refugiados en la «U» de Cádiz, la verdad es que fue Nelson, y no el error de salir de la bahía, el que decidió el curso de la batalla, volviendo a demostrar lo maestro naval que era.
Ordenó a su flota a formar dos líneas paralelas que debían dirigirse directamente hacia la línea hispano-francesa, para así dividirla en tres partes, y tras recibir mucha caña hasta llegar a romper la línea, una vez rota los ingleses, mejor posicionados, destruyeron la flota napoleónica, una buena parte de la española, y se aseguraron el dominio de los mares durante al menos 100 años más.
Sin embargo, Nelson murió en Trafalgar, pero cuenta Chamier que antes de morir recibió la noticia de que había ganado la batalla, por lo que supongo, se fue a gusto, el hijo puta.
Sin duda nos tuvo que tener cariño, tras perder un brazo en Tenerife y morir contra los mismos en nuestros mares.
[En la foto, contemplamos la muerte de Cosme Damián Churruca, de los Churruca de toda la vida, personajes donde los haya].
By | 2017-03-21T15:17:52+00:00 febrero 8th, 2009|Batallas, Historia General|3 Comments

Batalla de Poitiers (732)

Hoy llega el día de honorar a Francia, conmemorando la batalla que libraron los francos contra los musulmanes para impedir su avance hacia el resto del viejo continente, obstaculizando a su vez, la incorporación del Islam a las vidas de los europeos.

Carlos Martel, padre de Pipino el Breve y abuelo del mismísimo Carlomagno (reyes francos ambos) fue el encargado de liderar a los francos frente a Abderrahman ibn Abdullah Al Gafiki, gobernador de Al-Andalus.

(más…)

By | 2009-01-08T10:57:00+00:00 enero 8th, 2009|Batallas, Historia General|11 Comments

Pánfilo de Narváez y Hernán Cortés

Cuenta la historia que en 1518 Hernán Cortés desobedeció los mandatos del Gobernador Diego de Velázquez en Cuba, y partió hacia México con 600 hombres para conquistarlo, en vez de acatar las órdenes de convertir a España en primer aliado comercial. El Gobernador envió a un regimiento al mando de Pánfilo de Narváez para capturarle, vivo o muerto.

Prácticamente desde que Cortés salió hacia el todavía más Nuevo Mundo, Pánfilo se encontraba detrás, persiguiéndole. Pero Pánfilo tenía todas las de perder, porque no sólo los soldados que acompañaban a Cortés le fueron letalmente fieles, sino los mismos de Pánfilo, que al intuir las innumerables riquezas que podrían sacar de Tenochtitlán, decidieron unirse a éste tras la escaramuza fallida… veamos:

Cortés se enteró de que le estaban persiguiendo y decidió adentrarse en el continente en busca de la capital azteca, así matando dos pájaros de un tiro: Por un lado se alejaba de sus perseguidores y por otro trataba de encontrar civilizaciones y riquezas.

Varias semanas después de que Cortés levantara un fuerte en Veracruz y capturara al mismísimo Moctezuma, llegaron noticias de que 18 navíos habían llegado al puerto. Eran Pánfilo y sus hombres, que además de venir a luchar contra Cortés, se encargaron de advertir a Moctezuma de que Cortés y sus hombres eran rebeldes de España.

Visto lo visto Cortés decidió dejar unos cien españoles para defender Tenochtitlán al mando de Pedro de Alvarado, e irse al frente de otros 300 a por Pánfilo. Cortés ganó la batalla, capturó a Pánfilo y todos sus hombres restantes se unieron a la causa de Cortés. Tan mal quedó Pánfilo de Narváez después de aquel suceso, que los conquistadores, cuando querían burlarse de alguien le llamaban pánfilo, y esta expresión ha llegado hasta nuestros días en España, donde a día de hoy se le sigue llamando Pánfilo a alguien torpe, tonto, etc.

By | 2017-03-16T16:50:44+00:00 enero 5th, 2009|Batallas, Historia General|8 Comments

Waterloo y el fin de Napoleón

No se puede decir que los ingleses no nos ayudaron a echar a los franceses de España durante la Guerra de la Independencia, pero tampoco se puede decir que los ingleses acabaron con Napoleón en Waterloo, porque más del 70% de las tropas desplegadas por los aliados eran alemanas. Sin embargo, los ingleses se atribuyen la victoria, quizás porque las tropas estaban al mando de Wellington y por el hecho de que no sólo habían participado en la última batalla contra el Imperio, sino que llevaban desde 1808 luchando en la península ibérica contra los mismos.

Toda la gente que murió en Waterloo, unos 120.000 soldados de ambos lados, nunca hubieran fallecido en aquellos campos si no hubiera sido por la ambición de Napoleón. El Enano Venenoso había sido abucheado ya en Francia y los aliados se ocuparon de mantener su título de emperador, a modo de mofa, para que lo usara exclusivamente en la isla de Elba, cerca de Italia, donde fue desterrado.

Pero el muy astuto, ante los rumores de que los aliados le querían trasladar a Santa Elena en el Atlántico, consiguió escapar de Elba y regresar a Francia, donde miles de franceses le recibieron con júbilo aceptando que volviese a ser emperador tras el 18 de Brumario, y donde consiguió reunir a un ejército de más de 100.000 hombres para volver a sus andadas e invadir los Países Bajos, donde estaba reunida la 7ª Coalición (Reino Unido, Rusia, Prusia, Austria, Suecia, los Países Bajos y varios Estados Alemanes).

Napoleón sabía que no tenía nada que hacer si la coalición recibía más apoyos y preparáse una ofensiva, por eso mismo fue Napoleón el que decidió atacar lo antes posible, sobre todo por el hecho de las repercusiones positivas que tendría una rápida victoria (volver a darle credibilidad y el tiempo suficiente para volver a armarse).

Pero no fue así. Ni la presencia de Napoleón en los campos de batalla evitó que tras unos duros enfrentamientos directos los franceses huyeran en estampida. Los únicos que se mantuvieron firmes fueron los caballeros franceses, La Guardia Imperial, que acabó prácticamente destruida. Pierre Cambrone pronunció la famosa frase de: ¡Mierda!…¡La guardia muere, no se rinde!

Al ver que los franceses se retiraban, los ingleses y alemanes les persiguieron. Estos últimos, bajo las órdenes de Blücher, lo hicieron durante toda la noche, capturando a miles de enemigos.
El 10 de julio Napoleón se rinde con los aliados ya en Francia y el Rey Luis XVIII de vuelta en el trono. Será exiliado el 26 de julio a la isla de Santa Helena, en medio del Atlántico, donde murió seis años después.
By | 2008-12-16T13:21:00+00:00 diciembre 16th, 2008|Batallas|3 Comments
Load More Posts