La Guerra de los Ochenta Años, que enfrentó a las provincias rebeldes de los Países bajos contra la Corona Española, por intentar que aceptaran el catolicismo como única religión, trajo consigo capítulos bélicos de lo más «atractivos»; personajes como el Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Don Juan y Guillermo de Orange, y peripecias como la acontecida en la Batalla de la bahía de Matanzas (Cuba), donde los holandeses demostraron ser, una vez más, mucho más nobles que nosotros.
Allí, se hicieron con el control de 16 barcos de nuestra flota de indias, tras un cruentro cañoneo mutuo, y en vez de tomar prisioneros o matarlos a todos, robaron nuestras pertenencias para financiar la resistencia rebelde en Europa y dieron suministros necesarios a la flota española restante para que llegaran sanos y salvos a Cuba.
El artífice de esta obra de arte fue el almirante holandés Piet Hein, que fue nombrado héroe nacional al llegar al viejo continente. Astuto caballero donde los haya. Dando ejemplo. Viva él y su familia. Mis respetos.
(FOTO: Andy Simmons)
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