«Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número»
Éste es un párrafo sacado del Apocalipsis utilizado por algún grupo estadounidense que desde la guerra fría está tratando de minar la imagen de China. El único ejército del mundo que coincide con la cifra de arriba es el chino: 200.000.000 de hombres, sin contar la reserva.
China tiene 1.300 millones de habitantes, siendo el país más poblado del mundo, y en cuanto a extensión geográfica ocupa el cuarto lugar tras Rusia, Canadá y EEUU. Es el país con más fronteras del mundo (14): Afganistán, Bután, Birmania, India, Kazajistán, Kirguitán, Laos, Mongolia, Nepal, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Vietnam. Y sus ciudades más importantes son Pekín, Shanghái y Hong-Kong.
Si nos fijamos en la historia de este gran país nos damos cuenta de que nunca han sido una amenaza para el resto de pueblos. El explorador Zheng-He exploró y comerció con poblaciones del oceano Índico, costas de Arabia, África y América un siglo antes que los europeos, y nunca trató de expandirse o conquistar dichos territorios, sólo querían explorar y comerciar. Y además parece que fue la única vez que trataron, gracias a la dinastía Ming, de ver lo que pasa en el exterior porque, antes habían decidido aislarse creando la gran muralla, para que les dejaran en paz sobre todo los mongoles.
China tuvo que soportar a los abusones europeos hasta para proteger a su gente de la droga (Guerras del Opio), teniendo que ceder plazas como Cantón y Hong-Kong y abrir puertos como el de Shangai. Al mismo tiempo los rusos y japoneses también les atosigaban, llegando incluso a invadir sus territorios, materializando el hecho de que China no ha sido una amenaza sino que todos han sido una amenaza para China.
A pesar de todo esto a los europeos siempre nos han llegado mensajes de que hay que tener cuidado con China, y parece sarcástico el hecho de que nosotros llamemos a otros pueblos expansionistas cuando nadie lo ha sido más que nosotros. Pero sí es verdad que, si nos centramos en la economía, en los dólares que acumula China y en la imposibilidad de competir contra China en cuestión de mano de obra, fabricas, precios, etc, entonces sí que puede haber peligro.
De hecho, hace unos días dos miembros del Partido Comunista de Beijing amenazaron con recurrir a lo que llamaron «opción nuclear». No se trata de bombas ni de gases, con esto se refieren a vender parte o el total de los 900.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense para hacer colapsar el dólar.
Además, He Fan, miembro de la Academia de Ciencias china, se pasó un poco más diciendo que «China ha acumulado una gran suma de dólares. Y dicha suma, de la cual una parte importante la forman bonos del Tesoro, contribuye a mantener la posición del dólar como una moneda de reserva. Rusia, Suiza y otros países ya han comenzado a reducir sus reservas de dólares. Probablemente, China no seguirá sus pasos si el tipo de cambio del yuan es estable en relación al dólar. Pero si el yuan se aprecia, el Banco Central chino se verá obligado a vender dólares, lo que podría conducir a una depreciación masiva del dólar.»
Yo no me atrevo a opinar sobre lo que deberíamos hacer pero me apoyo en lo que dice Antón Costas, catedrático de Política Económica de la UB, que asegura que «hay dos frentes. Primero, convertirnos en aliados industriales y comerciales de las empresas chinas en su salida al exterior, que está comenzando ahora. La posición de un buen grupo de empresas españolas en América Latina nos da una ventaja que deberíamos saber aprovechar, dado el interés de las empresas chinas en esa región. Segundo, hay que instalarse y hacer negocios en China, dado que su mercado interior experimentará fuertes crecimientos en las próximas décadas. No es fácil, porque los chinos son muy suyos, pero es el futuro».
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