A principios del siglo XVI, los Estados Pontificios, la República de Venecia y la de Génova, la Orden de Malta y la España del Emperador Carlos V no podían permitirse el lujo de pasar por alto el brutal avance de Solimán el Magnífico hacia el Oeste. Su religión, sus costumbres y su idiosincrasia eran pecado para los países que se convertirían en la llamada Liga Santa…
La Batalla de Préveza ocurrió el 28 de septiembre de 1538, con un Imperio Otomano más fuerte que nunca hasta la época. Ya habían demostrado su poderío en el Este conquistando Contantinopla en 1453, disputándole el control al mismísimo Imperio Bizantino, heredero del Imperio Romano.
Solimán el Magnífico, que gobernó desde 1520 a 1566, no heredó ese nombrete porque sí. El Imperio Otomano se empezó a hacer majestuoso con su llegada, pues fue él y no otro quien acabaría con el Reino de Hungría y muchos pueblos de Asia, Mediterráneo y Norte de África.
En 1522 conquistó Rodas obligando a los caballeros de Rodas a emigrar a Malta, que también fue sitiada en 1565. Fue el mismo Solimán el que inteligentemente nombró a Barbarroja (pirata argelino, luego Almirante) para la batalla de Préveza de 1538. Había llegado la hora del gran Barbarroja y así lo demostró. Veamos la extensión del Imperio Otomano en el siglo XVI:
Barbarroja llevaba años atacando las posesiones españolas del Mediterráneo, allá desde 1519, veinte años antes de la Batalla de Préveza. Si no eran posesiones españolas, eran protectorados o puertos aliados como los de Apulia o Corfú en Grecia. Se comenta incluso que Barbarroja llegó a saquear varios puertos del mismísimo Mar Adriático, sí, en efecto, ese mismo mar que está entre Italia y los Balcanes. Hasta ahí llegó a meterse sin complejos nuestro amigo Jeireddín Barbarroja, conocido en Turquía como el ‘ Jidr ʾibn Yaʿqub’ o خير .الدين بربروس
Parece ser que el mismo 28 de Septiembre de 1538, el gran Andrea Doria ( Almirante genovés que luchó para Francisco I de Francia y luego para el Emperador Carlos V ), se quedó más tiempo del necesario en la Bahía de Préveza (Grecia), cuando ya sabía que la flota turca-otomana de Barbarroja andaba muy cerca desafiando a toda la Liga Santa, por no decir a todo el Oeste.
Quizás, como todo humano, Doria pecó de confianza ya que contaba con 200 navíos, 2.500 cañones y miles de marineros venecianos: probablemente los mejores y más temidos marineros de todos los tiempos …
Cuando Andrea Doria decidió sacar la flota de la bahía ya era demasiado tarde. Nunca sabremos las razones exactas sobre el por qué tardó tanto en sacar la flota de la bahía, pero como consecuencia de su negligencia sus propios navíos se interrumpieron en un intento desesperado por llegar a su posición, chocando unos contra otros, así dejando en evidencia a un almirante que hasta entonces había sido considerado como un semi Dios: una leyenda de entre los mares.
* Este episodio me recuerda a lo que pudo haber pasado en la Batalla de Trafalgar (1805) pero a la inversa, es decir, en esa ocasión la flota hispano-francesa de Villeneuve salió demasiado pronto de la bahía de Cádiz para atacar a una flota inglesa (Nelson) que esperaba ansiosa y preparada en el Cabo de Trafalgar.
En retrospectiva , ¿hubiera sido mejor que Andrea Doria se hubiera quedado dentro de la Bahía con los 200 navíos?
El contrincante del admirado Andrea Doria era otro macro personaje del Este, permítanme la expresión vulgar ya que era todo un verdadero experto del combate naval, capaz de asombrar al mismísimo Solimán el Magnífico: hablamos del Gran Almirante Khair-ad-Din “Barbarroja”.
Barbarroja contaba con una flota menor en tamaño y en calidad bélica: Sólo tenía 150.000 galeras y sus tropas no tenían la experiencia ni las armas de la rica Liga Santa, pero quizás ganó la batalla naval por tres factores fundamentales:
- Andrea Doria tardó en sacar a tiempo la flota aliada de la Bahía de Préveza: Barbarroja por su lado dispuso su flota de manera ordenada y preparada con antelación, de manera que bloquearan la salida de la flota enemiga, atrapándola a la vez que engulléndola poco a poco hacia una destrucción total, tal y como haría una araña con su presa.
- El viento estaba en condición desfavorable para la flota de Andrea Doria: Quien entiende de mar, sabrá que el viento lo es todo, puede llegar a ser determinante en una batalla naval.
- La batalla concluyó con una tormenta infernal que terminó de hundir la moral de la Liga Santa. El Imperio Otomano se hizo más fuerte y no paró de asaltar puertos cristianos hasta el Sitio de Malta de 1565.
Esta batalla naval sólo fue una más de entre las disputadas entre la Liga Santa y el Imperio Otomano por el control del Mediterráneo, que sólo es una pequeña parte de las Guerras Otomanas en Europa. España, los países que formaban la Liga Santa y Andrea Doria en particular, perdieron muchas batallas contra el Imperio Otomano y en específico contra Barbarroja y Dragut (Turgut Reis), he podido recopilar las siguientes:
- 1522: Conquista de Rodas por Solimán el Magnífico.
- 1538: Derrota en la Batalla de Préveza con Almirante Barbarroja.
- 1550: Captura de Mahdia y parte de Túnez por Turgut o Dragut.
- 1550: Asalto de Dragut a Cullera, en Valencia, España. Gran botín.
- 1551: Captura de Isla de Gozo por Dragut.
- 1553: Devastamiento de Calabria a manos de Dragut.
- 1559: Ataque fallido de España a una Argel protegida por Dragut.
- 1560: Batalla de Djerba, derrota cristiana contra los turcos.
Finalmente, en 1565, el Imperio Otomano trató de conquistar Malta en lo que se conoce como El Sitio de Malta. No lo lograron y en vez de continuar la guerra contra la Liga Santa, Solimán decidió volcarse de nuevo contra la Hungría de los Habsburgo, con quienes llevaban décadas en paz. Seis años más tarde, con una la Liga Santa recuperada y vigorosa, Solimán perdió la decisiva Batalla de Lepanto en 1571, olvidándose por completo de sus aspiraciones en el Mediterráneo… Si quiere saber más mire este video sobre el Imperio Otomano a continuación:
VIDEO SOBRE EL IMPERIO OTOMANO: CORTESÍA DE ARTE HISTORIA
El imperio español y el otomano
[…] Nosotros partíamos desde Sarandë, en Albania, cerca del extremo norte del canal. Nuestro destino era Katakolon, en el Peloponeso, por lo que la ruta marítima mas corta discurría a través de los estrechos. La temprana salida de Sarandë nos garantizaba que recorreríamos el canal a la luz del día. Mi duda era si llegaríamos a la altura del golfo de Ambracia antes del anochecer. Tenía curiosidad por contemplar el lugar en el que primero habían sido derrotados Marco Antonio y Cleopatra, en la batalla de Actium, y posteriormente la Liga Santa, en 1538, en la batalla de Préveza. […]
[…] Partíamos desde Sarandë, en Albania, cerca del extremo norte del canal. Nuestro destino era Katakolon, en el Peloponeso, por lo que la ruta marítima mas corta discurría a través de los estrechos. La temprana salida de Sarandë nos garantizaba que recorreríamos el canal a la luz del día. Mi duda era si llegaríamos a la altura del golfo de Ambracia antes del anochecer. Tenía curiosidad por contemplar el lugar en el que primero habían sido derrotados Marco Antonio y Cleopatra, en la batalla de Actium, y posteriormente la Liga Santa, en 1538, en la batalla de Préveza. […]
[…] Partíamos desde Sarandë, en Albania, cerca del extremo norte del canal. Nuestro destino era Katakolon, en el Peloponeso, por lo que la ruta marítima mas corta discurría a través de los estrechos. La temprana salida de Sarandë nos garantizaba que recorreríamos el canal a la luz del día. Mi duda era si llegaríamos a la altura del golfo de Ambracia antes del anochecer. Tenía curiosidad por contemplar el lugar en el que primero habían sido derrotados Marco Antonio y Cleopatra, en la batalla de Actium, y posteriormente la Liga Santa, en 1538, en la batalla de Préveza. […]